
El lío de los 500 aviones occidentales que estaban alquilados a compañías aéreas rusas antes de la invasión de Ucrania acaba de dar un nuevo e inesperado paso, con lo que es una rectificación rusa a lo que venía haciendo hasta ahora (Rusia: “La mayor sustracción de aviones de la historia”).
Recordarán que los aviones, salvo unos pocos, habían sido técnicamente “robados’’: ni los compran, ni pagan por ellos, por lo que las aerolíneas rusas no pueden volar a Occidente, so pena de ser intervenidos por los jueces.
Así, las posibilidades de volar son muy limitadas, incluso cuando los aviones estén operativos. En el caso de Aeroflot, la más grandes de las compañías, el problema es notable (Caen las demandas por el ‘robo’ de aviones en Rusia).
Sin embargo, se ha producido un cambio radical en la postura rusa, cuando Aeroflot compró 10 aviones Boeing 777 que ya tenía. Lo que ocurre es que los tenía en alquiler desde hace unos diez años, hasta que el febrero del año pasado se los quedó, sin más.

Según un portavoz de Aeroflot citado por la agencia de noticias rusa Interfax, “el acuerdo –con la compañía de leasing, propietaria del avión– es parte del compromiso del gobierno ruso de tomar las medidas necesarias para resolver la maraña legal creada y conseguir los permisos necesarios de los reguladores de la aviación en el extranjero”.
El portavoz de Aeroflot –una compañía enteramente estatal– dijo que trabajan “para llevar a cabo más operaciones de compra para mantener esta flota en condiciones y ampliar su capacidad”. En otras palabras, lograr reemplazar los aviones occidentales con los fabricados en la propia Rusia va a tener que esperar.
La noticia no da más detalles, pero este es un inequívoco cambio de postura que incluso sugiere una posible modificación de postura en los altos niveles del Gobierno.
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